Mientras redacto estas líneas en
algunos lugares del mundo ya estarán festejando la noche de Brujas o Halloween que
se ha mantenido casi inmutable desde hace mas de 3000 años desde que los Celtas,
un pueblo guerrero celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Cuando se habla de este día se piensa en
disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero como siempre tiene más
fuerza el mito que la realidad cronológica ya que la tradición indica que su
celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban
durante la noche tenían un carácter más purificador y religioso. Debe ser
como sostenía Jung, el más sagaz y pícaro de los detectives que han investigado
el inconsciente que los humanos fabricamos otras realidades como es la
existencia del Diablo y otros demonios, al grado que el mismo Papa asegura que
este personaje es un ser real. Este día
por la tarde saldrán a las calles muchos
niños disfrazados de calabazas, piratas y los ogros, habrá quien tome la celebración
como una ofensa al cristianismo y otros que lo vean como una oportunidad de
salir sanamente a pedir dulces con sus hijos y compartir con ellos como
honestamente hago yo. Finalmente si
existe Dios creo que su voluntad estará por encima de las festividades y ello
no cambiara en nada los planes que ya el tiene con nosotros. No sea un aguafiestas, sea usted mismo y
pase tiempo con sus hijos ya que todos
los días son iguales para compartir con ellos.
Los demonios no están afuera, están adentro de la cabeza de quienes se
comportan como si los tuvieran dentro…