EL ENIGMA DE LA ESFINGE

En el año de 1991 un equipo dirigido por el geólogo Robert Schoch, dio a conocer un estudio que retrasaba la construcción de la esfinge en varios miles de años. Mediante la utilización de sondas y micrófonos especiales, los geólogos norteamericanos exploraron las rocas que forman parte de la esfinge, encontrando que parte de las paredes del foso que la rodea presentan una erosión de dos metros de profundidad, provocada por las lluvias. Y yo me pregunto hipotético lector, ¿Lluvias? En la época de Kefrén, si la región era un desierto, ¿o no? , sin embargo la única explicación a esa versión acuática hay que buscarla en un clima especialmente húmedo. Como afirma Schoch, entre el año 5000 y el 7000 antes de Cristo. Fue en esa época cuando el norte de África se vio sometido a un importante cambio climático. Y las lluvias se prolongaron hasta el año 8000 antes del presente. Unas lluvias torrenciales que fueron disminuyendo paulatinamente. Los monzones perdieron fuerza y el Sáhara entró así en un lento pero progresivo proceso de desertización. Y fue justamente hace 4.500 años cuando la arqueología fija el momento de la construcción de la esfinge cuando aquellas tierras fueron definitivamente abandonadas por las lluvias. Kefrén, por tanto, no pudo levantar la esfinge. Como mucho, quizá, la restauró. Sin embargo, según los arqueólogos, la esfinge es el "retrato" del faraón Kefrén y fue trabajada hace 4.500 años en primer lugar, por el parecido del rostro con algunas de las estatuas de Kefrén, y además, por el hecho de hallarse muy próxima al templo funerario de dicho faraón. Aunque parezca increíble, eso es todo, una tesis endeble y de un escaso rigor. A decir verdad, no existe una sola prueba documental que relacione a Kefrén con la esfinge. El investigador Robert Bauval. Veinte años antes, se atrevió a difundir una hipótesis que conmocionó a los seguidores y amantes del Egipto faraónico. Para Bauval, las pirámides de Gizeh no son construcciones aisladas, si no que forman parte de un "plan" minuciosamente diseñado al que llamo la correlación de Orión. Es decir, el asombroso parecido en la disposición de Keops, Kefrén y Micerinos respecto a las tres estrellas que forman el cinturón de Orión. Basta trazar una línea entre las tres pirámides y otra entre las estrellas del cinturón, para observar que sendas ubicaciones son casi idénticas. Para Bauval, esto era la demostración de que las pirámides tenían una íntima relación con Orión. Con la ayuda de las computadoras retrocedió en la historia y descubrió que la alineación de las estrellas del cinturón de Orión coincidía con la de las pirámides ¡hace 12.500 años!. En otras palabras: la ubicación geográfica de las tres pirámides de Gizeh es el vivo reflejo de la posición de las estrellas de Orión hace 12.500 años... El que tenga oídos que oiga.

Tomado de la pagina oficial de J.J. Benitez



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