La historia que contare hoy
comienza en el año de 2003, un programa de televisión de Dinamarca recibe una información
muy curiosa; una mujer asegura que ha tenido una serie de visiones donde
aparecen cosas como de otro tiempo y ella está convencida de que son recuerdos
de algo que vivió, dice que se encuentra en una ermita al final de un sendero
se ve como una niña pero no es ella, como si hubiese sido otra persona en algún
momento del pasado, visualiza también un molino situado al lado de un rio donde
se encuentra una piedra que tiene grabadas dos palabras “Virgen de Nieva”, los
datos históricos y los nombres que aporta son tan precisos y muchos de ellos
desconocidos hasta que un gran número de personas empiezan a dar fe de que todo
lo que relataba era cierto. Los sueños
y las visiones de Jette Toft a lo largo de toda su vida la llevaron a Autol
donde descubrió que había vivido a principios del siglo XIX bajo otra
identidad. El alcalde en 2003
Valentín Jiménez, recibió y acompañó a Jette en un recorrido por la localidad, para ver in situ lo que antes había vivido en
su sueño inmediatamente localizaron el
antiguo puente con molino y el grabado de la Virgen de la Nieva que eran idénticos
a un dibujo realizado por Jette en donde se apreciaba la ermita y que había dado
las pistas al programa de que era Autol, en La Rioja –España. Durante tres días en la localidad, se fueron haciendo recoridos que comprobaron
la veracidad de lo descrito en los sueños de Jette y lo que ella llamaba las
sensaciones de su otra vida. Jette
recordaba, entre otras cosas, olivos, la disposición del pueblo, un alcalde llamado Gerardo González, que iban al colegio los domingos lo cual era
extraño pero se confirmó posteriormente, pues los niños solían ayudar en las
labores domésticas y del campo, de una familia apellidada Beamonte que fue
comprobado posteriormente en el archivo de la iglesia apellido inexistente hoy en Autol, y que les
hizo dudar en un principio. Recuerdos, además, con una fuerte implicación
emocional, que probarían una vivencia personal y que no lo habría leído ni
visto antes si es que una danesa puede leer o saber algo de un pueblo perdido
de La Rioja. Quizá querido lector usted
pensara que lo que le digo es sensacionalista, lo que me puede quitar
credibilidad, pero vale la pena verlo, el caso es digno de estudio. Es un sano ejercicio que le ayudara a tratar
de investigar y reducir su ignorancia, no tenga miedo, quizá piense que este y
otros muchos hechos ponen en peligro su
statu quo y su cómoda "realidad", o buscará cualquier otra
explicación absurda y rebuscada para que parezca razonable, pero le aseguro que
este caso está muy documentado…
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