UN PEQUEÑO UFOLOGO

Recuerdo que tenía aproximadamente 17 años y muchos sueños, y en mis sueños, siempre misteriosos, enigmáticos, y fantásticos aparecían  los ovnis.    Desde entonces  han sido, sin saberlo  los inseparables compañeros de mi vida.   Hoy mismo he leído cientos de páginas, por lo que a mis 37 años sigo siendo un niño que sigue soñando sin parar.     Cada mañana que me lo permite mi con una caligrafía compongo un nuevo relato, como si practicase la escritura automática.   Se puede decir que las palabras, me salen de las entrañas, de lo más hondo, de mis ilusiones inquebrantables.     Me emociona imaginar cada suceso, imaginando los parajes desiertos, los testigos…y sobre todo imaginándoles a “ellos”: los enigmáticos ocupantes de los ovnis.   Muchos de los que me rodean desconocen que en mi vive, el ufólogo de 17 años, que nunca se ha marchado.     Feliz de soñar sin temor, persiguiendo a mis queridos y temidos ovnis.    Aun me veo en la terraza, mirando el azul del cielo, tardes y noches anotando cosas, me veo en los montes, acampando, con mi linterna, ¡Qué bendita, qué maravillosa locura!, sé que esto no debe ser muy frecuente entre las personas, pero se por fortuna que no soy el único.    Afortunadamente me tocó vivir en un tiempo donde emerge una gran cantidad de material a través de Internet y los ordenadores que en mi infancia eran una profecía lejana.      Gracias a eso he logrado reconectarme con mi adolescencia mágica y saltar de emoción ante un nuevo caso, una nueva pista, una nueva posibilidad.      Quizá ahora mismo alguien más sienta la misma llamada del misterio, porque este siempre nos ronda para ver si nos decidimos.     Si usted querido lector ha sentido estas cosas que ahora plasmo aquí, permita que le impulsen, le borren sus temores y le hagan tener esa fe necesaria para no dejar de ser niño.    Me alegraría saber que no estoy solo…


No hay comentarios:

Publicar un comentario