“Lo que hago es
atacar las emociones de los lectores. Se me considera un escritor de horror,
pero soy básicamente un doctor en emociones. Si apagan las luces y tienen
miedo, entonces he ganado.”
Stephen King
Creo que no existe ninguno de los miedos actuales que no
haya sido explotado por el rey del terror: el coco, los extraterrestres, la
mano huesuda que asoma bajo la cama, los fantasmas, los golpes en esa pared
que, casualmente, da al piso abandonado donde, años atrás, se cometió un crimen
atroz, además de esa habitación de hotel donde nadie parece querer pernoctar. Stephen Edwin King nació en Portland y
fue abandonado por su padre cuando tenía 2 años por lo que su madre tuvo que
cuidarlo, junto a su hermano, a base de gran trabajo y esfuerzo por los escasos
recursos de los que disponían. El
propio King narra en su magnífico ensayo “Danza Macabra” que descubrió su
vocación de escritor de novelas de terror una tarde en casa de su tía, cuando
tenía 13 años y en un viejo desván polvoriento lleno de cajas descubrió una
serie de novelas de terror y misterio, entre ellas, una recopilación del gran
H. P. Lovecraft. King fue empapándose a lo largo de los años de
toda la literatura, cine y producción en los medios de comunicación referente
al horror, mientras estudiaba Filología Inglesa en la Universidad de Maine, además
de realizar trabajos a media jornada para pagar sus estudios. Vivía en una caravana, y sus grandes
dificultades para afrontar el día a día facilitaron su adicción al alcohol y a
ciertas drogas, que posteriormente acabaría abandonando. Se cuenta que cuando King tenía escrita gran
parte de su primera novela, decidió tirarla a la basura porque no la
consideraba suficientemente buena. Tabitha su esposa descubrió allí el manuscrito, y tras leerlo,
animó a su marido a que continuara escribiéndolo y finalmente fue publicado
meses después como su primera novela, titulada “Carrie”, vendiendo 4 millones
de ejemplares. En una ocasión le
preguntaron ¿Qué te da miedo? y el
contesto que temía a cosas habituales, como la oscuridad, las serpientes, los
funerales, el número 13... Pero, ante todo, a la delgada línea que separa al
bien del mal; ese resorte que salta en determinadas personas convirtiéndolos en
auténticos monstruos humanos. Un 19
de junio de 1999, cuando King fue atropellado por un camión mientras caminaba
por el paso peatonal de una carretera a causa de que el conductor de la misma
estaba distraído por su Rottweiler, que iba en el asiento de atrás, lo curioso
es que, mucho antes de su accidente, King ya había escrito sobre ello en su
novela “Misery” y “Apocalipsis” donde el protagonista es atropellado por un
coche. Se dice que tenía un
inexplicable terror a los fans que se origino en una firma de libros donde se
le acercó un hombre de constitución ancha, con unas gafas oscuras y uno de sus
libros en la mano… Cuando King le preguntó su nombre, éste le contestó: Mi
nombre es Mark David Chapman. Días
después, este hombre asesinó a John Lennon tras varios disparos fuera del
edificio Dakota. En ese momento, en su bolsillo guardaba “El
guardián entre el centeno”, del gran J. D. Salinger llegando a insinuarse que
la obra contenía mensajes subliminales.
En las novelas “Misery”, “N”, “Después del anochecer” y “La historia de
Lisey” se ve reflejada esta fobia a los seguidores. En “El resplandor” fue escrita cuando King
estaba intentando alejarse del alcohol y las drogas, y sufrió muchos de los
momentos que aparecen en la novela. En su obra “Rabia”, narra cómo un joven
perturbado decide secuestrar una escuela a punta de pistola, lo que causo una “oleada”
de estudiantes que habían llevado a cabo un secuestro similar al que se
describe en el libro y la mayoría de los imputados aseguraban haber leído la
novela que originalmente se publicó con el pseudónimo de Richard Bachman. King
escribió gran parte de “El resplandor” en la habitación 217, que pasaría a ser,
sobre el papel, la habitación maldita del Hotel Overlook en “1408”, un relato
breve sobre una habitación de hotel encantada. En la novela “El fugitivo” describe cómo un
avión se estrella contra un descomunal rascacielos, lo que nos recuerda a ese
avión que choca contra una de las torres gemelas, haciendo vibrar por completo
a la ciudad de Nueva York. La novela “La torre oscura” podría ser la
columna vertebral de toda su obra ya que el origen de ciertos monstruos o
extraños seres que en sus otras novelas es desconocida, aquí tiene su
explicación. En uno de sus ensayos, King
se plantea lo siguiente: ¿Por qué hay personas dispuestas a pagar a cambio de
sentirse extremadamente incómodas?
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